"La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría” (Solomon Asch) En la jerga del desarrollo personal se dice que padecemos el síndrome de Solomon cuando tomamos decisiones o nos comportamos de manera tal que evitamos sobresalir o destacar en un grupo o contexto social determinado y también cuando seguimos a los demás por un camino trillado y mediocre boicoteándonos para no llamar la atención. Lo que subyace a este comportamiento es el temor a que nuestras virtudes ofendan o disgusten a los demás o generen un sentimiento de envidia, lo que, creemos, nos dejaría en una situación de vulnerabilidad. Esto constata una verdad incómoda: que vivimos en una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Que está mal visto que las cosas nos vayan bien. Lo primero que hay que hacer para superar el complejo de Solomon es