Ventajas del almacenamiento masivo
Está claro que el almacenamiento masivo no puede utilizarse en todos los sectores y que, para muchas organizaciones, sería prácticamente impensable su aplicación. Sin embargo, quienes pueden beneficiarse de su implementación disfrutan de ventajas en cuanto a:
- La racionalidad en el aprovechamiento del espacio y su funcionalidad.
- Una mayor agilidad en la recepción de bienes y también en la gestión de pedidos.
- La minimización de desechos, gracias a una mejor gestión de los productos que optimiza su conservación.
En relación con una gestión más ajustada, que propicia la reducción de desechos, hay que tener en cuenta que esta forma de almacenaje es una apuesta por la sostenibilidad, al influir también en los modos de transporte para el abastecimiento y la distribución posterior. Las emisiones de CO2 disminuyen drásticamente al contar con mayor espacio para la conservación de bienes y, por tanto, tener la posibilidad de concentrar el transporte de mercancías, reduciendo su frecuencia.
Esta forma de trabajar requiere una buena planificación, que también favorece el ahorro de costes al hacer posible el programar medios de transporte intermodal, en vez del por carretera; o marítimos, en vez de aéreos; uno de los beneficios más significativos del almacenamiento masivo.
Implementación de un sistema de almacenamiento masivo
La integración de métodos, medios y equipos será, junto con la cualificación del personal a cargo de la gestión o interacción con los diferentes elementos de un sistema de almacenamiento masivo, el paso más importante a tomar para su implementación, tras haber descartado otras fórmulas de almacén.
Hay que tener en cuenta que esta modalidad es la que presenta una mayor adaptabilidad a la introducción de nuevas tecnologías, pudiendo automatizarse casi por completo. Elalmacenamiento masivo no permite acceder a los productos unitarios dentro de un mismo surtido, sino que limita el alcance de los gestores de almacén a determinadas unidades de carga, generalmente palets.
En la selección de los medios necesarios para hacer realidad el almacenamiento masivo hay que tener en cuenta:
- La demanda neta de almacenamiento para un período determinado.
- La demanda agregada por categoría de productos.
- Las necesidades de colocación de los artículos.
- La relación existente entre surtido y volumen.
- Las características físicas de los productos a almacenar.
- Las condiciones de almacenamiento a que han de quedar sujetos.
- Las características físicas y estructurales del almacén de que se dispone o del que se planea construir.
- Las soluciones tecnológicas más adecuadas para hacer posible una gestión automatizada del almacén, su costo y curva de aprendizaje.
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