Las nuevas exigencias en la cadena de suministro (Supply chain) han obligado a empresas productoras y distribuidoras a modernizar sus estrategias, procesos y sistemas, permitiendo así agregar valor a su producto o servicio para no perder competitividad en el mercado.
Por Dani Labrador.
Entendemos por “trazabilidad” al proceso que permite rastrear (Seguir Históricamente), un producto o lotes de productos desde su origen hasta el consumidor final, identificando sus materias primas y las operaciones que ocurren en la cadena de producción y de distribución para que éste llegue a su destino. Como apoyo logístico, la trazabilidad se ha convertido en un requisito indiscutible para el ingreso a mercados tan competitivos como Norteamérica, Europa y Asia, cuyas normativas de calidad alcanzan altos estándares y determinan el futuro de la industria exportadora e importadora.
El tener información de cada producto y actividad en la cadena de suministro, y las operaciones asociadas; implica para una empresa modificar procesos, tanto de gestión de materiales como de producción, ya que los mismos deben ser registrados por lote en cada etapa de elaboración y considerar todos los procesos (de abastecimiento, producción y distribución-logística) y así disponer de un historial de movimientos. Sin embargo, un buen modelo de trazabilidad no puede ser implementado sin el control operacional de cada uno de los eslabones de la cadena y el soporte de sistemas informáticos y tecnología de codificación y rastreabilidad especializada, por su puesto esto debe hacerse con los dispositivos de captura adecuados, escáner de lectura para códigos de barra alambricos, inalámbricos (handheld) o móviles (Antenas, Portales, Drones, PDA, RFID, RT).
Las empresas, principalmente las medianas y pequeñas, ven una gran barrera de entrada el implementar estas prácticas, ya que a primera vista sólo representan un mayor costo de producción imperceptible por el consumidor final y de una inversión con retorno a largo plazo. Sin embargo, es sin duda una inversión necesaria y visionaria para el desarrollo de la industria.
Un eficiente sistema de trazabilidad tiene que existir en dos sentidos: uno llamado Tracking o Seguimiento Descendente; y el otro, Tracking o Rastreabilidad Ascendente.
El primero de ellos apunta a la capacidad de rastrear un producto o lote de productos, desde la recepción de la materia prima hasta su entrega al consumidor final; y el segundo, a la capacidad de identificar el origen del producto o lote final o semi-elaborado, llegando hasta las materias primas y operaciones utilizadas en éste. En este sentido, los avances tecnológicos son de valiosa ayuda en casos de bioterrorismo y emergencias sanitarias, brindando reacciones oportunas y certeras, y disminuyendo los costos, ya que es posible identificar con exactitud el lote o contenedor con reparos y no toda una carga, como ocurrió con el caso de las uvas contaminadas con cianuro en Chile.
Existen variados mecanismos que permiten codificar los productos, entre ellos los conocidos códigos de barras (EAN128 que ahora está vitaminados para QR y Data Matrix ), para más información al respecto de los códigos de barras deben contactar a GS1 que está a nivel global , por otro lado los dispositivos RFID pasivos y activos complementan la tecnología de trazabilidad y control. Asimismo, hoy es posible desarrollar sistemas que controlan en tiempo real cada operación, los mismos acoplan con tecnología móvil como la mencionada anteriormente estos dispositivos pueden transmitir datos en tiempo real.
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